En las últimas semanas he estado auto-analizando mi vida y no se, si es porque ya me faltan pocos meses para iniciar la etapa de la “media vida”, o de los 40, edad en las cuales los hombres “sufrimos” por naturaleza ciertos cambios porque se considera que llevamos recorrido la mitad de los años de expectativa de vida, que he empezado a hacer ese recorrido de mi vida desde mi infancia hasta hoy y me he dado cuenta que a pesar de todos obstáculos, luchas y tropiezos he conseguido en gran medida muchos de mis objetivos a los que aspiré desde niño.
Quizá este artículo se torne un tanto personal, pero que más que mi propia experiencia para poder hablar de lo que quiero y ayudarte así a iniciar o retomar tu propósito de vida?.
Debo decirte que mi sueño fue ser un gran músico y cantante, y sabes no lo soy, aunque estoy seguro que tenía el Factor X, pues aprendí a ejecutar bien la guitarra a los 10 años sin que nadie me enseñara, inclusive recuerdo haber ganado un segundo lugar en un concurso donde participamos como 15. No estuvo mal cierto?
Pero… hoy me doy cuenta de un grave error que cometí en mi infancia: me dejé llevar por aquellos a quienes el éxito ajeno les estorba, porque aunque no lo creas, estás rodeado de “amigos” y familiares que no soportan tu éxito-
Por naturaleza a lo seres humanos no nos importa el éxito de los demás, ni siquiera por cortesía nos tomamos un tiempo para darnos cuenta y ver las posibilidades de logros que tienen los demás. Desde la antigüedad data esta situación, si no fuera así, el mundo hubiese sido bendecido con más filósofos, científicos, inventores, que se yo, personas como Thomas Edison que a pesar de ser criticado una y otra vez, se empeñó en decir que no era un fracasado, que solo había descubierto mil formas diferentes de no hacer una bombilla. – Interesante cierto?
Retomando la idea de este post, lo unico que pretendo (y si lo logró estaré muy feliz), es hacerte reflexionar en la actitud que tienes contigo mismo.
Es muy probable que dentro del grupo de personas que te rodean hayan algunas que no crean en ti ni en lo que haces. Eso debes tenerlo muy presente, porque generalmente esa falta de fe en tu persona te pega muy fuerte cuando proviene de aquellos de quienes tu mas esperas.
Casi siempre que tenemos una idea o emprendemos algo es común que nos digan que lo que estamos haciendo no nos llevará a ninguna parte, o que simplemente no servimos para eso. Es allí cuando nuestra motivación corre el peligro de derrumbarse. Te ha pasado?
Llegados a este punto, aunque existen más, quiero compartirte tres (3) claves que estoy aplicando y que debes tener en cuenta, si realmente quieres creer en ti aunque nadie más lo haga:
Clave 1: Debes saber que nadie te conoce mejor que tu mismo. Este es un punto muy serio, porque aquí es donde empiezas a preguntarte ¿Quien soy? – Lo has hecho?
Debo decirte que los demás, tienen información de ti, pero nadie mejor que tu sabe quien eres en realidad, solo tu sabes lo que la vida te ha enseñado y espero que lo hayas aprendido, porque eso te ayudará a saber cuales son potenciales y tus limitaciones.
Eres tu quien mejor sabe lo que quieres, quien mejor sabe de tus capacidades y si estás lo suficientemente motivado (creer en ti mismo) para lograrlo.
Que sepas quien eres y conocerte a ti mismo es muy importante, porque si no crees en tus capacidades, si no crees que lo que has aprendido en la vida y de la vida sirva de algo, entonces tengo que decirte que la única oportunidad que tienes para ser feliz y exitoso es esperar a que te suceda el milagro de la suerte absoluta (cosa que no creo que exista), y que según dicen solo sucede en el mundo una vez cada 250 millones de personas, es decir tus probabilidades de ser un triunfador de esta forma es casi nula.
Pero, si por el contrario, empiezas a creer en ti mismo, a confiar en tus capacidades, a creer que con Fe Todo es posible, todas las probabilidades van a aumentar considerablemente a tu favor, porque el simple hecho de creer en ti, ya ha hecho gran parte del trabajo.
Clave 2: No auto sabotees tu propia imagen. Desde niños proyectamos en nuestra mente nuestra propia autoimagen (lo que queremos ser cuando grandes), y la vamos modelando con e aprendizaje, con las experiencias de vida, pero sobre todo con nuestra convivencia con los demás.
Las demás personas, amigos o familiares tiene mucho que ver con lo que hoy creemos de nosotros mismos, porque a veces le damos mucha más importancia al concepto que los otros tienen de nosotros otorgando mucho más valor a las opiniones de los demás que a las nuestras. Está muy bien que escuches los consejos de otros si en verdad sirven, pero si estos consejos u opiniones intentan sabotear lo que crees y piensas de ti, olvidalo!. No escuches-
Gracias a la opinión de los demás ponemos en duda nuestras capacidades y esa autoimagen que nos fuimos formando empieza a perder valor para nosotros y así mismo empezamos a perder la motivación por lo cual muchas veces tenemos en poco nuestra propia estima y no le encontramos sentido a la vida. Vivimos porque nos toca vivir, nos levantamos para ir al trabajo porque nos toca, pero ya no nos interesa luchar por eso que soñamos alguna vez.
Pues, no es casualidad que estés leyendo este post. Yo alguna vez me sentí así, pero descubrí porqué sucede eso, este es un secreto que quiero revelarte: Cuando eso sucede, es porque hemos olvidado que somos una “obra maestra”, que somos unicos y originales, que el Creador se tomó un tiempo para diseñarnos y poner en nosotros algo que ninguna otra creación tiene, su imagen y semejanza dándonos la facultad de producir ideas, y como si no fuera poco, el trabajo ha sido uno a uno, no somos objeto de una producción en serie, cada ser humano es diferente uno del otro, tan cierto es esto que hasta ahora ninguna huella digital se ha repetido entre los millones y millones de humanos. Habías pensando en esto? ––
Cada uno de nosotros ha sido equipado con los dones y talentos adecuados para que podamos desarrollar nuestro propósito de vida en esta tierra. Tienes un propósito de vida lo sabías? – Este será un tema para otro artículo.
Clave 3: Céntrate en tus propios dones y capacidades. Empieza a descubrir lo que el Creador ha puesto en ti. Preguntate ¿Para que soy bueno? – Es tiempo de dejar de lamentarnos por lo que no hemos hecho y si tenemos una idea, un proyecto estancado llegó la hora de empezar a hacer. Solo las acciones nos traerán resultados, pero primero debemos estar seguros que sí podemos.
Por último, (porque pudiera seguir escribiendo..) quiero retarte a que seas un atrevido, a que no tengas miedo de descubrir en ti talentos ocultos, y aunque cometas errores, no te detengas ni los tomes como fracasos o excusas para abortar el plan. Si el plan A no funciona, está el B, el C y todos los que se te ocurran, pero debes seguir adelante, porque si aprendes a manejar tus creencias, y cuando te hablo de creencias te hablo de creencias positivas, de esas que te impulsan a ser tu mismo y expresar tus propias ideas, te darás cuenta que sin pensarlo estás viviendo tu vida en otro nivel.
Recuerda: Lo que los demás piensen o digan de ti, no te define. te define lo que tu creas de ti y eso te convertirá en un ganador o en un perdedor.
Gracias por compartir mi artículo.